domingo, 15 de enero de 2012

Qué es la sublimación.


Según Freud la sublimación se desarrolla a partir de nuestras insatisfacciones libidinales, es decir, de nuestros deseos sexuales.
El filosofo considera en su teoría que ese hueco que nos provoca dicha insatisfacción lo cubrimos con los logros personales que alcanzamos mediante nuestra creatividad. Es decir, utilizando esa energía causada por la frustración como medio para alcanzar la sublimación. Sin embargo, esto solo sería una consecuencia involuntaria de nuestros actos y no una meta preestablecida ya que nuestro objetivo real sería llenar el vacío que nos provoca nuestro ámbito sexual.
Con esta teoría Freud quería darnos a entender que la felicidad que nos dan nuestros logros personales es la consecuencia de la infelicidad parcial que sufrimos a causa de nuestra insatisfacción sexual.
De acuerdo con su pensamiento, el filósofo plantea la felicidad plena en el ámbito sexual como una utopía y una realidad inalcanzable.
Pero si nos planteáramos que esto fuera falso y mantuviésemos la teoría de Freud ¿Cómo afectaría a la sociedad? Si sintiésemos satisfecha nuestra libido no necesitaríamos cubrir ese vacío y por lo tanto la creatividad dejaría de formar parte de nuestra vida.
Probablemente desde nuestra posición no lleguemos a advertir los efectos que esto tendría en la sociedad; pero si trasladamos la hipótesis y la llevamos al extremo nos planteamos las siguientes incógnitas:¿Dónde quedaría el arte?¿las obras literarias?¿el cine?¿la investigación? En otras palabras ¿dejaría de existir la sublimación?
El psicoanalista Otto Fenichel toma esta teoría y la modifica basándose en relaciones establecidas entre la creatividad adulta y los juegos de niños.
Para este, la insatisfacción libidinal no es la única que causa la sublimación; sino el conjunto de insatisfacciones que se nos presentan a lo largo de la vida. De este modo, da mayor veracidad a la teoría, ya que en este caso sí se plantearía como imposible la situación de sentirnos realizados en todos los ámbitos de nuestra vida.

domingo, 1 de enero de 2012

Feliz 2012


Se acaba 2011 y como en todos los fines de año nos hacemos una lista mental de todas las cosas que nos gustaría mejorar, aquellos parches para los errores cometidos o los deseos mas profundos para el nuevo año.

 Pero cuando me pongo a pensar en ello, creo que ni yo misma soy consciente de lo duro que será este año para mi.
Será un año nuevo en muchos aspectos, un año en el que al mirar al alrededor lo vea todo diferente, todo habrá cambiado, será un año en el que o nadas a contracorriente o te lleva la marea. Será un año de superación, de sacar todo lo que tengo dentro y luchar sin permitirme el cansancio. Será el año de crecer, de madurar, de hacerme fuerte, de encontrarme a mi misma y de demostrarme que sí, yo puedo sola.

Vendrá el estrés de las clases y él no estará, vendrán los exámenes finales y él no estará, vendrá la selectividad y él no estará… Pasará todo el verano y tendré que enfrentarme a la universidad, a unas clases nuevas, a vivir en una ciudad nueva, a compartir piso con gente nueva… 

Y en esos momentos en los que sienta que soy incapaz, no valdrá descolgar el teléfono y llamarlo, ni se presentara en casa para darme animo, ni siquiera me mandará un sms diciendo:”eh! tranquila mi niña, estoy contigo, todo saldrá bien”.

Pero en esos momentos en los que sienta terror al vació, tendré que confiar en que cuando de un paso a delante, a pesar de mi miedo, comenzarán a desplegarse mis alas.
Y tendré que convencerme de que debajo de muchos de mis miedos más profundos, no existirá  una incapacidad real para enfrentarme a ellos, sino la convicción de que soy incapaz. Y será así como iré creciendo.

Porque solo vamos a vivir una vez, y el miedo no es lo suficientemente fuerte para hacernos caer. Porque las adversidades solo son una forma de hacer el camino más interesante y porque los problemas solo son la prueba que te dirá:” ¿ves como podías?”. Porque una persona es tan grande como se proponga serlo y porque no hay nada en la faz de la Tierra que pueda con la voluntad y la confianza en uno mismo. Porque solo se trata de apretar los dientes, coger aire, fijarte un punto fijo y decir: “No existe gravedad capaz de hacerme caer”. Porque cuanto mas duro sea el combate, mayor será la victoria.

Se acaba 2011 y como en todos los fines de año nos hacemos una lista mental de todas las cosas que nos gustaría mejorar, aquellos parches para los errores cometidos o los deseos mas profundos para el nuevo año.

Pero cuando me pongo a pensar en ello, creo que ni yo misma soy consciente de lo duro que será este año para mí.
Habrá que echarle un poquito de huevos ¿no?


Feliz año a todos.